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| FOTO Akira Patiño |
Susana Hornos y Zaida Rico emprendieron juntas el camino de la co-dirección y co-dramaturgia con Granos de uva en el paladar. Con este montaje las directoras reflexionaban sobre 80 años de la historia española, incluyendo su Guerra Civil, las cárceles franquistas y las fosas comunes que se encuentran en todo el territorio español, todavía hoy. Por encima de lo histórico, que apenas teñía la puesta, la obra se centraba sobre todo en la lucha y posición de la mujer a lo largo de este tiempo. A raíz de toda la investigación y material con el que trabajaron, Hornos y Rico, comenzaron a profundizar más en este tema, este recorrido desembocó en Pinedas tejen lirios. Tomando al personaje de Mariana Pineda como disparador retoman algunos contenidos que ya estaban presentes en Granos de uva en el paladar: la reflexión sobre la figura de la Mujer a lo largo de la Historia, su lucha, su coraje y el castigo hacia ésta; la necesidad de seguir expresando su poética con una puesta en escena despojada de escenografía, con un fuerte contenido simbólico; la condición de seguir estrechando lazos entre el público español y el argentino… Pero también resurgen otras cuestiones: poder reflexionar acerca de la Maternidad o la Violencia de Género.
Pinedas tejen lirios toma la historia de Mariana Pineda como emblema para proyectarla a lo largo del tiempo y el espacio. Ésta fue condenada en España en 1831 por negarse a delatar a sus compañeros y tejer una bandera en nombre de la libertad. Mariana Pineda, la real, muere pero de ella nace otra Mariana en otro tiempo y lugar, otra mujer sobre quien se ejerce violencia por ser mujer, por ser polea transmisora de la ideología que hay que erradicar. Todas ellas pasarán por esta historia hasta llegar al presente donde la violencia es en el interior de cuatro paredes: esta vez Mariana deberá continuar la lucha de las Pinedas del mundo que la precedieron.
